sábado, agosto 20, 2011

6 días.


Hace un calor de impresión, tanto que tengo que abrir todas las ventanas de mi casa para no asarme. Lo malo es que lo único que oigo desde hace horas son los helicópteros que pasan por encima de mi casa, vigilantes y alertas.

Si alguien no lo sabe, el Papa está en Madrid, de visita, amenazando con perdonarnos todos los pecados, aunque no queramos, ni se lo hayamos pedido. Para acompañarle han venido un millón y medio de peregrinos, en su mayoría chavales de todos los países, que parecen estar más de botellón que de peregrinaje. Y no se lo reprocho, mucho más divertido el botellón que tanto rezo. Por lo menos eso me parecía a mi a su edad… Bueno, no nos engañemos, a su edad y a la mía, siempre me ha parecido mucho más divertido el botellón que el rezo, y eso que odio el botellón, nunca he entendido el concepto, vamos a la calle, a un banco, a emborracharnos tanto que es imposible mantenerse en pie, mucho menos besar a alguien, que era lo que yo quería hacer a esa edad por encima de todo… Vale, vale, a esa edad y ahora.

Junto a esos chavales están los obispos, curas, monjas, padres, madres, empresas patrocinadoras, gobiernos regionales y estatales, todos poniendo su granito de arena para que puedan gritar de alegría cuando el papa móvil pase a su lado y les de la bendición Express. Pero los que más están ayudando en estas Jornadas Mundiales de la Juventud son nuestros amigos los policías, que están haciendo una excelente campaña de educación, mostrando al mundo como se dan las ostias. Verles en acción es ver el catolicismo en su mejor forma. ¿Cómo era aquello? Poner la otra mejilla, ¿no? Bueno, si no la pones, te la cogen igual.

Y tengo que decir que no tengo ningún problema en que cada cual crea en lo que quiera, Cristo, Mahoma, Buda, Papá Noel, el ratoncito Pérez o en John Lennon (que es mi caso). Ha costado mucho que este país tenga libertad de religión… espera, espera, ¿libertad de religión? ¿Tenemos en este país libertad de religión? Porque ese helicóptero que oigo desde hace horas me dice que no. Mucho me temo que en este país hay RELIGIONES y religiones. Y hay ciudadanos y CUIDADANOS.

Un pequeño ejemplo, que muy a mi pesar, tengo que decir que es real. Hace una semana un amigo va a su casa en bicicleta, vive en el centro y tiene que pasar por la puerta de Sol para llegar. Cuando se está acercando un policía le detiene, le dice que a donde va “pues voy a mi casa - Donde está tu casa - Aquí al lado” le pide el D.N.I y comprueba que, efectivamente, vive donde dice, a tres calles de allí, y eso que tiene pinta y nombre vasco… y ellos tienen orden de desalojar Sol de perrofelutas y de rojos… Así que le dice que no puede pasar porque, y esto es verídico, no pasa el filtro. ¿FILTRO? ¿Qué filtro? ¿Cuál es el filtro? ¿Quién ha puesto un filtro? ¿Hay que tener cierto aspecto para ir a tu casa? ¿Y eso no es discriminación por qué?

Hace años, un gobierno elegido democráticamente obligó a cierta gente a ponerse una estrella en el brazo, parecía una tontería, y casi no se hizo nada para detener esa discriminación... resultado: 6 millones de muertos. Parece una tontería que la policía nos pegue un poco para separarnos de los buenos cristianos, ¿Verdad? Parece una tontería que haya que pasar filtros para ir a tu casa. Parece una tontería que corten Madrid para unos, mientras a otros los echan a palos. Parece una tontería que unos pocos nos digan al resto si podemos abortar, casarnos, follar, pensar, o cantar. Todo parece una tontería porque sólo va a ser durante 6 días. Como les dejemos, van a ser los 6 días más largos de nuestra vida. 

domingo, agosto 07, 2011

Vacaciones

de vacaciones...  nos vemos en septiembre. El viernes 16 en La pequeña Betty. Un beso, gente.