Bueno, por fin, este fin de semana empezamos a grabar las baterías, ya no voy a decir más veces lo difícil que es conseguir que la gente coincida en las fechas para grabar, ya está dicho, no lo voy a repetir que no quiero aburrir, ¡ES QUE ES MUY DIFÍCIL! Ya está, lo dije una vez más.
El caso es que este fin de semana tanto Pablo como Noah Shaye, el enorme batería (y digo enorme en talento, porque en realidad Noah es un tirillas) y yo, nos juntamos a grabar las baterías de "C" (a la que sólo queda grabarle la voz para terminarla) y de "30+".
¿El resultado? Una pasada, realmente, una pasada, fue una sesión relajada, divertida, traviesa, con ganas de buscar en nosotros las mejores baterías para esos temas y creo, sinceramente, que las encontramos. Para mi, las baterías pueden llegar a ser el instrumento más importante que hay (bueno, o uno de ellos), creo que un arreglo de batería puede destrozarte la canción o llevarla a un nivel que no sospechaste que podía alcanzar, yo soy un músico de baterías, me encanta trabajar con ellos, escucharles, romperles la cabeza, demandarles arreglos que se salgan de la norma y que marquen la diferencia. ME ENCANTA LA BATERÍA. Tal vez sea porque el primer instrumento que toqué en mi vida fue la batería de mi padre (músico frustrado, y no por falta de talento, si no de tiempo), nunca se me dio bien ese instrumento, empezaba siempre tocando la caja en vez del bombo, no fue un instrumento para el que tuviese talento, y además, me di cuenta de que era realmente difícil cantar mientras se tocaba la batería, y encima estabas detrás de todos los demás, escondido tras el instrumento, y yo, para bien o para mal, tengo el ego del cantante, en fin... lo que sí creo que se me quedó de mi paso por la batería fue el amor al instrumento, igual es por eso que los baterías con los que trabajo se extrañan de la atención que les presto, algunos hasta la han llegado a odiar esa atención, puedo llegar a ser muy pesado, es cierto, pero creo que siempre es para bien, y en el caso de este fin de semana creo que definitivamente ha sido para bien.
El miércoles tenemos la segunda sesión, espero que sea tan buena como esta, estoy seguro de que sí.
El caso es que este fin de semana tanto Pablo como Noah Shaye, el enorme batería (y digo enorme en talento, porque en realidad Noah es un tirillas) y yo, nos juntamos a grabar las baterías de "C" (a la que sólo queda grabarle la voz para terminarla) y de "30+".
¿El resultado? Una pasada, realmente, una pasada, fue una sesión relajada, divertida, traviesa, con ganas de buscar en nosotros las mejores baterías para esos temas y creo, sinceramente, que las encontramos. Para mi, las baterías pueden llegar a ser el instrumento más importante que hay (bueno, o uno de ellos), creo que un arreglo de batería puede destrozarte la canción o llevarla a un nivel que no sospechaste que podía alcanzar, yo soy un músico de baterías, me encanta trabajar con ellos, escucharles, romperles la cabeza, demandarles arreglos que se salgan de la norma y que marquen la diferencia. ME ENCANTA LA BATERÍA. Tal vez sea porque el primer instrumento que toqué en mi vida fue la batería de mi padre (músico frustrado, y no por falta de talento, si no de tiempo), nunca se me dio bien ese instrumento, empezaba siempre tocando la caja en vez del bombo, no fue un instrumento para el que tuviese talento, y además, me di cuenta de que era realmente difícil cantar mientras se tocaba la batería, y encima estabas detrás de todos los demás, escondido tras el instrumento, y yo, para bien o para mal, tengo el ego del cantante, en fin... lo que sí creo que se me quedó de mi paso por la batería fue el amor al instrumento, igual es por eso que los baterías con los que trabajo se extrañan de la atención que les presto, algunos hasta la han llegado a odiar esa atención, puedo llegar a ser muy pesado, es cierto, pero creo que siempre es para bien, y en el caso de este fin de semana creo que definitivamente ha sido para bien.
El miércoles tenemos la segunda sesión, espero que sea tan buena como esta, estoy seguro de que sí.
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